domingo, 14 de julio de 2013

"I believe in America"

Se puede leer en el ejemplar del diario El País de este domingo un reportaje que me ha parecido de lo más interesante. Se titula La próxima frontera americana, y en resumidas cuentas nos da la información de que el gobierno de Obama se plantea la legalización de más de 11 millones de inmigrantes, actualmente sin papeles legales. Se incide en la idea de la capacidad transformadora de la sociedad que esto puede tener si llega a buen puerto. Hablamos de transformación, y se trata de una transformación a todos los niveles posibles. Podríamos hablar de economía, que a buen seguro notará una evolución sin precedentes (a mejor, claro), pero yo prefiero acercarme al asunto social, étnico, y por qué no decirlo, patriótico.

Estados Unidos, ese país de contradicciones, de soñadores y de los que nunca podrán soñar, de democracia asentada y al mismo tiempo de los comportamientos de lo menos demócratas, cuna del capitalismo neoliberal que marca, y parece marcará, una tendencia en el mundo durante mucho tiempo. Se trata de un lugar de lo más interesante en todos los sentidos, y para mí todo gira alrededor de lo siguiente: Se trata del país más patriota del mundo, y paradójicamente, está formado por inmigrantes. Inmigrantes de todos los lugares del mundo, y eso se cumple literalmente si tenemos en cuenta la legalización que se trata de poner en marcha a día de hoy. Italoamericanos, afroamericanos, irlandeses o polacos, se convirtieron en el pilar de la población estadounidense a principios de siglo XX, de la misma forma que chinos, hispanos y europeos lo serán a lo largo de este siglo.


Es posible que los americanos sean ejemplo de muchas cosas para el resto, ojo, tanto de lo bueno como de lo malo. Hoy me centraré en lo bueno. Y en mi opinión es su gran capacidad de acoger a propios y a extraños en torno a una bandera. Partiré de la base de que no soy una persona nada patriota, pero que sí valora como algo positivo el sentirse identificado con algo, como forma de vida. Soy de esos idealistas que cree que a todos nos iría mejor sin banderas y sin fronteras. Pero también tengo los pies en el suelo, y trato de buscar la mejor solución posible. El sentimiento patriota nació en el siglo XIX como consecuencia de la rebelión de los pueblos frente a unos coloniadores totalmente absolutistas y opresores de las libertades más básicas. No obstante, este sentimiento se nos ha ido de las manos con el tiempo, y por eso a muchos nos causa rechazo. Es como todo, hay que tener en cuenta que en todo ámbito, habrá un número determinado de locos que se carguen una buena idea, ya hablemos de sociedad, de religión o de fútbol.



Y dado que tenemos que convivir con este modelo de Estado ¿Cuál es la mejor solución? Yo me inclino por la propuesta yanki. Crear una sociedad en la que puedan vivir sin peligro alguno (para esto hace un largo trabajo y un ardua concienciación ciudadana) gente de todas las culturas posible. Estados Unidos ha vivido actos atroces de racismo porque ha sido el que más ha arriesgado en este aspecto. Y a pesar del sufrimiento, ha merecido la pena. Han llegado a lo más alto, a dominar todo el panorama internacional, a través de esta propuesta. Mientras, en España nos dedicamos a todo lo contrario, muchos siguen rechazando al diferente, y de paso a los mejores de los "nuestros". Para acabar, pondré un ejemplo. Se me viene a la cabeza movimientos totalmente racistas como el de Josep Anglada que justifica todo eso con la excusa de que "vienen a robar y a delinquir". Si en Estados Unidos, a mitad de siglo, alguien hubiese querido (y conseguido) echar del país a todos los italoamericanos, tachando a la totalidad del colectivo de "mafiosos", hoy Estados Unidos no sería lo que es. Yo creo en América.