viernes, 28 de diciembre de 2012

Cuando España no hizo caso a Einstein

España, España, Españ...,Espa...¿Espaqué? ¿Qué es España? Pueden contestar después de la publicidad, tranquilos. No, en serio, nunca les haría contestar a esa pregunta. Probablemente la respuesta de todos, una vez pensada y repensada, estaría muy politizada y no busco eso. Bueno, eso en el caso de no toparme con algún lumbreras que me diga que es un País. Aunque quizá algo malinterpretada por los medios, ya que en ningún momento ese era el contexto ni de la pregunta ni de la respuesta, me gustó lo que dijo Susaeta, vasco e internacional con la Selección Española: España es una cosa. Y pese a todos los patriotas ofendidos, nadie me puede negar que España es una cosa. Con toda la ambigüedad del término. Se lo explico. Uno acude a una manifestación hoy en día en España, en la que se protesta una cosa en común, como pueden ser los recortes ¿no? Pues bien, uno se encuentra: Banderas de UGT, de CCOO, de la CNT, del PCE, del PSOE, de IU, banderas republicanas, banderas esteladas e incluso banderas gays. Ah, y de Grecia.La imagen impacta, háganme caso. No pretendo realizar un análisis exhauestivo de lo que es y de lo que no es España, pero sí comentar ciertas actitudes que he podido observar a lo largo de los años.

Saben, el hecho de escribir algo del estilo de lo que estoy haciendo yo probablemente sea uno de los mayores vicios y actitudes negativas de los españoles. España, personificándola, en ocasiones me recuerda a un personaje de Woody Allen. Sí, calicaría a España como woodyallenista. Y es que comparte con él esa actitud enfermiza y constante de plantearse todo, pero sobre todo, de creerse enferma siempre. De ser una persona de carne y hueso, España se pasaría el día en el psicoanalista pensando en su muerte, en lo poco que le queda, o que, irremediablemente, algún día tendrá que morir. Es curioso porque uno de estos personajes que Woody Allen creó con maestría, encuentra su solución en el catolicisimo, algo que España ya hizo hace siglos, puede que para no hacerse más preguntas. Me acuerdo de Hugh Grant. Cuando le preguntaron, tras ser encontrado en un escándolo sexual, si iba a acudir al psiconalista, declaró brillantemente que no, que por su condición de inglés, él lo que haría sería leer novelas. ¿Hacen falta en España más novelas?

España, además de ser una cosa, y recordarme a personajes de Woody Allen, también me recuerda a un fracasado en el amor (Es probable que una vez terminar de leer esto, piensen que el que tiene un problema soy yo). Sí, les explicaré el asunto. Me recuerda a ese personaje tan real, como ficcionado en miles de ocasiones, que se toma de frente con su dura condición de soledad, que por más que lo intenta pierda a la chica que desea. Pero el problema no está en que fracase, si no en que no sabe qué ha hecho mal. Y una vez le dejan, se queda despechado, creyendo que el mundo le ha dado la espalda y sin aceptar sus errores. Por lo tanto, los vuelve a cometer una y otra vez.  España es una cosa woodyallenista que lleva repitiendo los mismas meteduras de pata 200 años, siendo amables. No obstante, no voy a enumerar los problemas de España.

Sin embargo, voy a poner un ejemplo. El anuncio de Campofrío. En primera instancia nos puede parecer conmovedor, motivador e incluso gracioso (esto si ponemos el listón bajo, en mi opinión). Pero siempre podemos reflexionar un poquito. A mí me hizo reflexionar un artículo de eldiario.es que se llama:  "La España de Campofrío nos hundirá en la miseria". Pueden leerlo si lo desean, de lo contrario les resumiré lo que dice en una frase: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Se lo resume Albert Einstein, mejor dicho. España lleva toda su existencia presumiendo de cosas muy abstractas, o en su defecto, de cosas mal planteadas desde siempre, porque según yo veo las cosas, poco importa las lenguas cooficiales que den valor al Estado si son tratadas del modo en el que se han tratado últimamente. Eso por no hablar de educación, sanidad, política, cultura etc. Es por esto por lo que no avanza España, porque siempre ha hecho lo mismo. Mirar atrás, sentirse orgullosa de sí misma sin mérito para ello,  y pensar que los demás le tienen envídia. Así estamos, cuando España no hizo caso a Einstein.

lunes, 24 de diciembre de 2012

La teoría del Dedo, la Luna, y todo lo demás

"Cuando el dedo señala a la luna, el necio se queda mirando al dedo."

 

Me hago valer de este viejo proverbio para intentar explicar la idea que quiero transmitir hoy. Voy a hablar de algo que, bajo mi punta de vista, es cada vez más frecuente en nuestro día a día. Y lo es gracias a multitud de dirigentes, gobernantes, presidentes, directivos... en fin, lo que yo llamo "gente guapa". No sé si esto lo he comentado alguna vez, pero me provoca una especial inamadversión esas personas que se creen que el resto del mundo es gilipollas. Que creen, pobres ingenuos, que ese que tienen al lado (en realidad, ellos lo ven por debajo) es una pobre alma fácil de engañar con cuatro trucos de mago de feria. He de decir que pese a mi defensa férrea a toda esa gente a la que diariamente se intenta engañar, alguno no cumple mis expectativas y cae en la trampa. Por eso me obligado a hablar del dedo que señala a la Luna, y la cantidad de mierda que corre entre estos dos entes.

No voy a esconder que ha habido dos casos este fin de semana que me han motivado especialmente para escribir sobre esto. Ambos del ámbito futbolístico. Uno me pilla mucho más cerca, y el otro me da más igual, sin embargo es mucho más mediático y quizá les sirva para comprender mejor. Hablo de la cortina de humo, lanzada desde los altos mandos del Hércules de Alicante, en forma de expedientes a futbolistas por salidas nocturnas, y de la decisión del ¿Entrenador? del Real Madrid, José Mourinho. Si alguien se decepciona porque voy a hablar de fútbol, que me perdone, pero a veces no hay nada mejor para explicar la vida que el fútbol.

Antes de nada comentaré una premisa que en el mundo del deporte rey se cumple casi siempre. Cuando una afición apunta al palco, el del palco apunta al banquillo. Este sábado en las gradas del Rico Pérez se cantó "Pitarch, vete a la mierda". Como ese, el del palco, ya ha mirado durante esta temporada al banquillo, esta vez ha ido contra los futbolistas. Y se hizo con nocturnidad y alevosía, después de una derrota y a media noche. No entraré a hablar del tema de las salidas nocturas de los futbolistas, esto en esta entrada no tiene importancia. Lo que yo destaco aquí es la capacidad de distracción. Destaco la manera de querer desviar la atención de la gente. Y que no se hable de que el equipo ocupa la última posición de la clasificación por culpa de los que todos sabemos. Quieren que se hable de otra cosa. Mientras la gente pierda el tiempo debatiendo y discutiendo lo poco profesionales que son los jugadores, será tiempo que ellos se ahorrarán de críticas. Aquí toda la basura de la que hablaba entre el dedo y la Luna.


Luego tenemos al que el crítico de cine, Carlos Boyero, llamaría el "nazi portugués". Para el que se entere ahora de que Mou ha estado desviando la atención, es que no ha estado muy pendiente de la actualidad del Real Madrid desde su llegada. De eso que se libra. Sin embargo, todo esto ha llegado a su punto álgido con la decisión de dejar a Casillas en el banquillo el pásado sábado en La Rosaleda. Al margen de la discusión de si lo hace por hacerse la cama a sí mismo, por provocar, o cualquier teoría que a uno se lo ocurra, hay una cosa que está clara. Quiere que la gente mire al dedo. No quiere que la gente mire a la Luna, porque vería que están a 16 puntos del primer clasificado. El tiempo que la gente pierda metiéndose con su decisión, será tiempo que no se estará criticando el pésimo juego de su equipo. Tenemos a otro de esos personajes que se cree muy superior al resto. Pero la gente no es tan ingénua como él puede pensar. La Luna cada vez ilumina más.


"No permitas que los árboles te impidan ver el bosque" 
Sería otra frase que nos valdría para explicar la situación. Hablo de situación de una sociedad, que se ve desbordada por todos los frentes ante multitud de personajes que intentan despistarla. Evidentemente, la situación más grave viene cuando esta práctica viene de parte de los políticos. A veces creo que nombran ciertos cargos solo para que la gente se meta con ellos. Se me viene la cabeza el monigote Wert, que aunque ahora parece que va en serio, me parece el arma favorita de Rajoy para que no se hable de todo lo demás. Y volvemos a lo mismo, toda la porquería que nos encontramos entre el dedo y la Luna. Pero que se anden con cuidado, cada vez son menos los necios, que se quedan en el dedo. Cuando hay Luna Llena, hay muchos sabios.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Pérdida de libertad

Voy a hablar de uno de los mayores engaños que sufre la sociedad occidental que hemos cimentado. No voy a contar un gran secreto, ni voy a ser una gran revelación para la mayoría que lea esto. Los datos que yo puedo ofrecer están al alcance de todos. Simplemente voy a darle forma y palabras a un hecho muy evidente y que se va incrementando día a día, semanas tras semana, mes y mes, año tras año... No sé que habrá pasado por la cabeza de cada uno al leer el título de esta entreada. Por desgracia, he podido jugar con la capacidad de ser ambiguo. Esto significa que mi título puede hacer referencia a multitud de temas, sí, perdemos libertad por doquier. Alguno ha podido a pensar en los decepcionados votantes de ERC, pero no, o en el tasazo judicial, o en los recortes... pero no. Para variar hablaré de Periodismo. Agárrense. 

Pérdida de libertad en el periodismo. Pero querrán que les aclare quién pierde esa libertad ¿Los periodistas? ¿La ciudadanía? Ambos. Creo que no se entendería un concepto sin el otro, por lo tanto si uno cojea el otro cae con él. He comenzado hablando de un engaño. No caeré en hablar de manipulación periodística, o de periodismo mal hecho (podría hacerlo), como he dicho, aportaré datos. Lo que ha provocado en mí la chispa necesaria para escribir precisamente sobre esto y no sobre cualquier otra cosa ha sido una noticia muy, muy reciente. El acuerdo de Punto Radio y Cope de integración. Para el que no lo sepa, absorción de la cadena de los obispos a la de Vocento por cuestiones económicas. Vaya, a lo mejor alguno ya sabe por donde voy a ir encaminado.


Todavía recuerdo la pregunta que hice a un veterano periodista de radio, Pedro Soriano, acerca de los grupos mediáticos. Pregunté si la entrada de estos había supuesto una pérdida de libertad. No dudó en contestarme que sí. Y me lo ejemplificó con las últimas novedades que hemos tenido en ese aspecto en la televisión generalista. Las absorciones (que no fusiones, muy importante darse cuenta) de Telecinco a Cuatro, y Antena 3 a La Sexta. Curiosamente, grupos más moderados que se comen a otros más progresistas. La justificación dada para estos acuerdos pura y duramente empresariales es que por solitario estas teles no serían viables en un futuro. Bueno, es cierto que la caída en publicidad ha sido bestial, y esto también son datos. Pero claro, nosotros estamos hablando de periodismo. 

Así, cualquiera que haya estado un poco atento a la evolución de Cuatro puede observar un brusco cambio en su línea editorial. Bajo mi punto de vista, ha sido en el espacio de noticias donde más se ha notado la transofromación. Creo que informativamente no tienen color, con todo el respeto, Mediaset busca la desinformación de manera cantosa, con noticias poco noticiables. Pero no me extenderé en este caso más. Lo que pase con La Sexta está por ver. Yo no he notado cambios a día de hoy, parece que estamos Salvados. Que siga así. No obstante, este tema es muy complejo. Explicar todos los acuerdos de colaboración de todos los grupos mediáticos que existen en España (y qué decir a nivel mundial) sería aburrido y lioso. 

Me queda por explicar el famoso engaño. Yo lo veo muy claro. En la era de la información. Que todos estamos conectados a todo. Que tenemos una TDT con infinidad de canales... al final resulta que estos canales los controlan cuatro gatos. Al final no estamos tan informados, lo que sabemos o no a través de los medios de comunicación lo deciden, como he dicho, cuatro gatos. De esta forma, alguien que no sea capaz de ver las cosas tal y como las he explicado se encuentra en una realidad paralela. Esta es la périda de libertad. Cada vez, y por culpa de esta maldita crisis, son menos los encargados de decidir qué nos interesa a todos. Sin embargo, tenemos que lamentar más formas de pérdida de libertad periodística. Y es la pérdida de calidad periodística. Creo que es más sencillo indicar qué medio de comunicación no ha realizado un ERE a estas alturas, que el que no lo ha heco. Los más importantes ya han dado el paso, y los que faltan están muy cerca. Hay medios que incluso han echado el cierre, siendo el caso de Público el más destacado. 

Pobres periodistas pensarán algunos. Pobre sociedad pienso yo, el que crea que esto no le afecta muy directamente es que no quiere ver la realidad. La desinformación es una de las mejores armas que se pueden usar contra la democracia. Y haciendo esto nadie va a la cárcel. Bueno, casi nadie va a la cárcel, de los de arriba. Para acabar, me gustaría que pese a todo lo dicho, el mensaje no fuese tan negativo. Están mal las cosas, pero han estado peor. La información la controla poca gente, sí. Pero antaño la han controlado aún menos gente. En España en concreto, la controlaba un enano con bigote. Las cosas han mejorado, no las dejemos caer, y mejorémoslas aún más.


sábado, 15 de diciembre de 2012

¿Soluciones o caridad? Esa es la cuestión

Cuando llegan estos tiempos navideños, de cordialidad y felicidad, paz y armonía, compasión y perdón, misericordia y generosidad, del nacimiento de nuestro salvador que se sacrificará por toda la humanidad (como acostumbra a hacer los últimos 2012 años, ya es vicio), tiempos de turrones y polvorones, de cava y sidra, de juergas y borracheras, cuando llegan estos tiempos... los que no tienen nada, siguen sin tener nada. Aviso para navegantes, que nadie se asuste. No caeré en la facilidad de hacer algo tan demagógico como meterme con la Navidad, que los puristas sigan leyendo. Mi enfoque va por otro lado. Y esque en España todo se polariza, y hasta en la forma de buscar soluciones para la miseria que nos rodea hay distintas teorías. Y muy enfrentadas. Y qué coño, esto no sorprende a nadie, es pura ideología y pura política.

De los creadores de PP vs PSOE, Madrid vs Barça, SER vs COPE o Bob Esponja vs Hello Kitty llega: Los que buscan soluciones vs Los caritativos. A continuación detallaremos el patrón básico de los que pertenecen a un grupo y a otro. Me gustaría darle una visión en la que se dejase claro por qué cada persona elige una opción u otra, cuando el fin parece tan similiar. Quizá es más sencillo empezar por aquellos que aprovechan estos tiempo para hacer lo que mejor saben hacer, ayudar a los demás, y lo digo sin ninguna sorna. La Navidad es con toda probabilidad el momento del año en el que la caridad alcanza su máximo explendor. La razón no es que en Navidad la gente sea más pobre que el resto del año. Pero sí la conciencia de mucha gente es cuando más perturbada se ve. Hay que tener en cuenta el trasfondo cristiano de esta celebración, puede que ahí sea donde más en claro se ven las cosas.

 Todo aquel que conozca los principios católico-cristianos que se inculcan desde bien pequeños a los niños pertenecientes a esta religión, sabe que la solidaridad, el ayudar al prójimo y la caridad están muy presentes. Sin embargo es curioso y digno de estudio como la religión ha calado en el mundo occidental. Hemos llegado a un punto en el que toda la sociedad ha aceptado estos valores, da igual que seas practicante, ateo o agnóstico. La solidaridad está bien vista. Ahora bien, siempre se pueden poner pegas, y es en este argumento negativo el que utiliza la otra balanza para crear el suyo positivo. Dadas las circunstancias ¿Qué sería de la religión occidental sin la caridad? Probablemente sea lo poco que se ve bien hoy en día por parte de la Iglesisa. ¿Le conviene a la Iglesia que existen pobres, para poder ayudarles eternamente y tener ahí su razón de ser por los restos de los restos? Habrá gente a la que esto le parecerá una frivolidad, y otra que tiene muy claro que esto es así.
 
 Así bien, esta gente aboga por buscar otras soluciones. En mi modesta opinión se les puede achacar que en ocasiones se ponen la venda ante la realidad. Criticar sin ningún sentido a quién ayuda desinteresadamente no suma. Son gente a la que le cuesta valorar la gente buena que pueda haber dentro de una institución como la Iglesia católica. Ahora bien, creo que es muy importante por lo que luchan los que buscan soluciones. Realmente lo que necesita esta sociedad son soluciones. A nadie le debería interesar que existiese la pobreza, que hubiese alguien al que ayudar. Es esperanzador pensar en un futuro en el que la solidaridad o la caridad no sean necesarias. El camino para lograrlo está oscuro, y cada uno dirá que existe una vía para llegar. Hasta que llegue ese momento quizá nos iría mejor a todos siendo un poco más coherentes, aceptando todo lo que sume. No polarizar esto también, no es lo que necesitamos.

martes, 11 de diciembre de 2012

Los límites del periodismo


He querido buscar un título claro y que no ofrezca dudas de la temática de este escrito. A pesar de que ello me lleva a perder originalidad, no busco florituras, prefiero ir al grano. Evidentemente, voy a hablar de esto a raíz de lo sucedido hace poco tiempo en una radio australiana. Pondré a todo el mundo en antecedentes por si alguien no conoce el caso. Los locutores de Sydney 2Day FM se hicieron pasar por el príncipe Carlos y por la Reina de Inglaterra, respectivamente, y lo hicieron con la intención de obtener información en el hospital en el que estaba ingresada Kate Middleton, nieta de Isabel II y duquesa de Cambridge. El caso es que las enfermeras caen en la broma de manera sencilla y los periodistas obtienen unos partes médicos de la embarazada. Es aquí donde se desata el escándalo (hay que tener cuenta que los ingleses son muy suyos) y la chica que da la información queda en evidencia. Esto no es todo, por desgracia. La tragedia llega con el suicidio de esta chica, por lo acontecido con la broma. Suena increíble, pero es cierto.

Pues bien, ya se pueden imaginar la cantidad de editoriales, artículos de opinión, juicios morales y demás dilemas que se han iniciado desde la prensa, y desde más sitios. Sin ir más lejos podemos encontrar en España el editorial de El País del pasado domingo. En él podemos encontrar una crítica feroz hacia el periodismo ejercido por estos ya para siempre marcados por la tragedia locutores. Hablaba de que se han cruzado unos límites hasta este momento aceptados por todos para recabar información. Como este ejemplo hay muchos, tan duros la mayoría, y muy oportunistas y sensacionalistas otros, en su mayoría provenientes de las amarillentas Islas Británicas.

Ciertamente en España todo es distinto. Y este aspecto, bajo mi punto de vista, debe ser enfocado desde una visión clara y sin caer en moralidades facilonas. Aquí, las bromas telefónicas están a la orden del día. Ya no solo a nivel de entretenimiento en los medios de comunicación, esque es habitual en cualquier crio coger el teléfono instintivamente, marcar un número al azar, y joder al personal. No queda ahí. Es ya costumbre esta práctica como entretenimiento, sobretodo en la radio. De hecho hay incluso programas de gran éxito dedicados a esto, como "Anda ya", claro referente. Incluso en programas deportivos como Carrusel Deportivo o Tiempo de Juego, ya se toma por normal esta práctica. 

Sin embargo, dejemos a un lado el humor. Hay casos en los que se ha recurrido a esta praxis para obtener información. Quizá sea este el momento donde llega el problema. Y donde se pretende poner las barreras, no obstante, no debemos tener muy claro donde. Conozco casos, a nivel de periodismo deportivo, en los que para investigar la corrupción en el fútbol se ha utilizado a futbolistas. Sí, utilizar de la manera más sucia. Llamar al jugador con menos luces del equipo, además de extranjero, por lo que no controla el idioma, y sacarle que ha cobrado primas de otros equipos. ¿Esto está bien? ¿Está mal? ¿Mejor o peor que lo de Kate? Yo no lo tengo demasiado claro.

“Le he dado vueltas a esto un millón de veces en mi cabeza, todo lo que quisiera es estar con ellos y abrazarlos y decirles que lo siento." 
 Son las palabras de un periodista destrozado. No admitir que esto ha sido un error sería de no querer ver la realidad. Pero cebarse con esta gente, sería duro, en mi modesta opinión. Culparles de una muerte, cruel. Pero quiero puntualizar unas cosas. Creo que lo que aquí se ataca es que se usen estas cosas para obtener información. Es alrededor de la información donde gira todo, si la llamada se hubiese quedado en un vacile, nadie tendría derecho a decir nada. Personalmente, no me gustaría que este caso (en el que yo me centraría más en lo que de verdad debe haber llevado a la chica al suicidio) nos privase de buenos momentos de humor, tan necesarios en estos tiempos que corren.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Lo que vendrá después

Lejos está mi intención hacer de este espacio un lugar en el que siempre se hable de la misera que nos rodea. Prometo que me gustaría hablar de otra cosa, pero como ya he dicho muchas veces, la actualidad manda, y es la que es. Será que los Lunes es complicado hablar de algo positivo. Así que siento si la reflexión de hoy termina de joder el duro día a alguien, pero me parece necesaria, al menos a mi juicio. Sí, me preocupa lo que vendrá después. ¿Después de qué? Pues de lo que se habla en todas partes, de esta maldita crisis.

La podríamos bautizar como la poscrisis. Espero equivocarme y que dentro de unos años no tengamos que leer en ningún periódico esta palabra, de la misma forma que hoy nos han metido la crisis desde el desayuno hasta que nos vamos a dormir. Pero la situación me hace ser mal pensado. Voy a explicar un poco todo esto. Salvando las distancias, hago el símil con la Guerra Civil Española. Afortunadamente, esto que vivimos ahora no es una guerra, o al menos eso creo. Y lo que vendrá después, espero no equivocarme, no será tan terrible como la dictadura que asoló España. El punto en el que quiero incidir es precisamente en que siempre se ha destacado que mucha gente lo pasó peor después de la guerra que en el trascurso de la misma. Se pasó hambre, un sistema de racionamiento bestial, represión, emigración, una España destruida (en todos los aspectos).

Estamos metidos en la crisis. No sé lo que nos queda. Quizá dos, tres o cuatro años, espero que los mínimos posibles. Desgracidamente el futuro lo veo negro, pero llegará algún día en el que la recesión económica termine. Llegará un día en que las cifras de paro no sean tan escandalosas. Llegará un día en el que unos pocos comenzarán a ganar dinero. Aunque hoy parezca muy lejano, llegará. Y claro, ya no habrá crisis. Y nadie se acordará de todos los que se han quedado por el camino. De todos los que siguen estando en paro. De todas las familias desahuciadas, condenadas a la pobreza. De todos los trabajadores, que pese a que han mantenido un puesto de trabajo, han perdido derechos sociales, que tanto costó conseguir. De toda la ciudadanía, que sin duda será más pobre, no estará en crisis, pero como por arte de magia alguien les habrá robado calidad de vida. 

Esa es la poscrisis que me aterra. Personalmente, no confío en los de arriba para que todos podamos salir de esta. Es la hora de los humanos, de moverse, de evitar esa posible catástrofe. A pesar de que mi visión puede ser muy apocalíptica para algunos, también puede ser muy real. No obstante, creo que hay que quedarse con otro aspecto. Es evitable.

lunes, 26 de noviembre de 2012

No te preocupes por nada...

"No te preocupes por nada...Frankie Cinco Ángeles" eso le dice Tom Hagen a Frank Pentangeli al final de una escena de El Padrino. He de decir que me parece una de las mejores escenas, ya no solo de la trilogía, si no de la historia del cine. Es curioso, porque sorprendentemente no es una de las más recordadas, o míticas (y estamos hablando de una serie de películas que si algo tiene son frases tópicas y repetidas hasta la saciedad). A mí me gusta esta escena por su profundo dramatismo, combinada con una elegancia poco apropiada para una situación así. Lo explico. Hagen va a hacer una visita a Pentangeli, refugiado en un cuartel militar de la CIA, ya que tras un error de entendimiento colabora con el gobierno y la justicia americana en su lucha contra el crimen organizado, particularmente contra la familia Corleone, de la que el abogado Hagen es representante. La escena se desarrolla así: 

A la pregunta de un asustado y perdido Pentangeli "Tom ¿y ahora yo qué hago?" se desarrolla una conversación como no hay otra y que me dará pie a explicar muchas cosas. "Tom Hagen: Cuando un complot contra el emperador fallaba a los conspiradores se le daba la oportunidad de que sus familias conservaran sus fortunas, ¿cierto? Frank Pentangeli: Sí, pero sólo a los ricos, Tom. A los pobres los mataban y les daban todos sus bienes al Emperador. A menos que fueran a su casa y se mataran; nada pasaba. Tom Hagen: Era un buen trato.Único. Frank Pentangeli: Sí, ellos se iban a casa y se daban un baño de tina con agua caliente , se cortaban las venas y se desangraban hasta morir y a veces les hacían una pequeña fiesta antes que lo hicieran." Si ya impresiona leerlo así, ver la escena, en pleno punto culminante de la película, y con una banda sonora que pone la piel de gallina, ya es espectacular. La forma en la que Tom Hagen incita al suicidio, es tan fina, que asusta más que cualquier método común en estos casos. La siguiente escena en la que aparece Frankie es en su bañera, tras cortarse las venas.

Sin embargo, no he entrado aquí únicamente para narrar una escena de cine (a pesar de que con gusto lo haría, ya que creo que merece la pena). No, lo que ocurre es que esta escena me da pie para hablar de un problema que es hoy (sorprendentemente) noticia. Es el de los suicidios. Los suicidios por desahucios. Quizá alguno piense que está muy lejos la causa de la muerte de Pentangeli de la de esta pobre gente, no obstante, yo no lo veo así.

El solución que Hagen ofrece a Pentangeli es el llamado suicidio forzado. Es un método de ejecución en donde a la víctima se le da a elegir entre cometer suicidio o enfrentarse a una alternativa peor, normalmente la ejecución pública o también puede ser la tortura previa a la muerte, o la muerte o algún daño a familiares o amigos. El motivo del suicidio podía ser económico, por qué no. Parece que ya nos va sonando más. El condenado, podía perder todas sus posesiones, y estos, en ocasiones, vistos ante tal humillación y un con un futuro muy negro por delante, preferían la muerte. Esto podía llegar a ser un acto honroso. El suicidio en ciertos casos estaba visto como legítimo.

Hoy, en España, tenemos un grave problema con los desahucios, y con todas sus consecuencias. Por primera vez la prensa está haciendo caso omiso a la recomendación de los psicologos de no publicar los casos de suicidio, para no provocar un efecto de repetición en gente que pueda estar en una situación similar. Puede que la razón sea el origen de estos casos, y sea ahí el lugar en el que los medios quieran enfocar la situación. Que esta situación inhumana no puede continuar. Es posible que se quiera poner nombre a los culpables. O si no les quieren llamar culpables, lo que han originado la situación, o se han aprovechado de ella. Que los bancos, o el gobierno de turno, sean un Tom Hagen. Y que las víctimas sean todas Frank Pentangeli. Aunque hay diferencias. Los errores cometidos por Frank, y los cometidos por estas personas, no tienen ni punto de comparación. Pero sí hay un sentimiento común, el de desesperanza, el de no ver un día siguiente, el de querer un punto y final, y tal vez, dar una oportunidad a los suyos. No puedo evitar imaginarme a un banquero, el cuál, tras su cliente firmar la hipoteca de su vida (del final de su vida) con una sonrisa le estrecha la mano, y le dice: "No te preocupes por nada, Frankie..."

domingo, 25 de noviembre de 2012

La penúltima víctima de Prisa

Si de algo se ha hablado en las últimas semanas en el ámbito peridístico ha sido del ERE de El País a sus trabajadores. Han sido 129 los despidos que el períodico ha afectuado. A la cabeza de estos podemos señalar al que los últimos 20 años había sido su mejor reportero internacional, Ramón Lobo. Mi intención no es hacer un análisis exhaustivo de por qué PRISA ha llegado aquí. Pero acabo de hacer un trabajo muy profundo de lo que es el Grupo, y ayer vino a mi facultad Lobo. Por lo que es un poco inevitable verme embotado por todo esto y que me vea obligado a escribir unas líneas, que centraré en la pérdida de calidad periodística.

El primer momento en que yo desperté y empecé a observar que el "Imperio del Monopolio" se tambaleaba fue con el despido de Paco González. Para mí fue muy chocante la forma en la que unos jefes dejaban escapar al director de Carrusel Deportivo por unos temas raros, y poco aclarados. El programa era líder en su franja con una mayoría aplastante sobre su segundo, es decir, sin tener prácticamente competencia. ¿En qué cabeza cabe que pasara lo que pasó? No solo se fue Paco, si no que con él figuras de la radio como Pepe Domingo Castaño o Manolo Lama, así hasta 50 personas, emigraron de la SER a la COPE. Una pérdida indudable de calidad periodística, y una evidente mala decisión empresarial.

Otro caso que me llamó especialmente la atención fue el del contertulio Carlos Carnicero. Después de 17 años en la Cadena SER, siendo comentarista sobre de todo del programa nocturno "Hora 25", fue despedido en circunstancias extrañas. De nuevo malos modos de los jefes. Parecía que el discurso de Carnicero ya no convenía en los tiempos que corrían, tiempos por entonces en los que la SER apoyaba al candidato socialista, Rubalcaba, con quien el periodista era realmente crítico. Hace no mucho se ha conocido que en los juzgados ha sido Carnicero el que ha ganado el pulso en lo que a temas contractuales se refiere.

Pues bien, llegamos a la crisis total que asola al medio hoy en día. El ERE del País es terrible para el periodismo, para una profesión castigadísima por la crisis. Probablemente el que mejor de voz y discurso da a todos estos periodistas en paro sea Ramón Lobo. Por tablas y experiencia a sus espaldas, está demostrando lo que es ser un compañero, un periodista. Y está cautivando a mucha gente. Quizá su discurso tampoco iba ya acorde al medio en el que trabajaba. 

 
 Es cierto, dirán muchos, que la crisis es global. Es cierto, que además hay una crisis brutal de la empresa periodística, la caída en publicidad así lo dice. No obstante, algunos pedimos algo más a PRISA que el decir "Y tú más", en referencia a EREs de El Mundo o ABC. El Grupo PRISA, para lo bueno y para lo malo, es mucho más. Y defiende unos presuntos valores progresistas, que luego no parece cumplir. Lo que está claro es que el periodismo es el principal afectado ¿Cuál será la siguiente víctima de PRISA?

martes, 20 de noviembre de 2012

Bajo Presión

Cuando abrí este blog dije que hablaría de actualidad, o que al menos lo intentaría. Hay días en que uno no sabe como enfocar esa realidad, o es absorbido por la locura de sobreinformación que no nos deja respirar. Y más en los malos tiempos que corren se hace más duro aún ver como buscando alguna motivación para escribir, y contar algo, solo uno puede encontrar miseria, desgracia y malas noticias en general. No quiero hacer eso. Para volver a contar lo muy jodida que está la cosa no me molesto. Además, dudo que nadie a estas horas le apetezca entrar aquí para después de su día (jodido o no) leer más mierda.



Rebuscando entre toda novedad para escribir (toda la mierda) me he encontrado de todo. Al principio he dudado de si hablar del primer aniversario de la era Rajoy. El año Mariano que lo llaman. Ha sido tal la pereza que me ha producido escribir sobre eso que ya lo he descartado. Desgraciadamente a diario ya nos vemos afectados por toda esta política. Al final, lo que generan ya es cansancio. Y eso para la ciudadanía es peligroso, porque ya ni protestamos. Miramos para otro lado, con la esperanza de que la agonía acabe. Solo un apunte sobre este tema. Las cotas de miseria al que puede llegar un Gobierno no pasa por las miles de promesas incumplidas. Para mí el toque de gracia de esta gente lo dan con la bazofia que han hecho con la Ley de Dependencia. Todavía me acuerdo del economista alemán que salió en Salvados, defensor a ultranza de las medidas de recortes que se están tomando en Europa, que afirmó que en el país germano no existian tales recortes. Porque hasta a ellos les daría vergüenza eso. Aquí no les ha dado.

Me he encontrado en mi búsqueda con Urdangarín. Ese republicano camuflado, con el que yo tengo la sensación de que tampoco pasará nada. Y los desahucios. Y la franja de Gaza... Supongo que ahora se entiende lo dura que se hace la labor de comentar todo esto. Pongo fin, ya he hablado de suficente mierda hoy.



Ha sido viendo todo esto, cuando me he acordado de un proyecto que tuve en la cabeza. Me he acordado de lo que me inspiró en su día el videoclip de la canción de Queen "Under Pressure" (Bajo Presión). Esta fantástica canción de la legendaria banda británica combinada con las imágenes impactantas que usan, crea (al menos a mí) una visión de la realidad como no hay otra. Si uno sabe ingés, o bien traduce la letra puede comprobar el mensaje claro. Y si está atento al video ya no cabe duda. 

La canción está estructurada de una manera única, controlando los tiempos de una forma magistral. En un primer momento lo que intenta transmitir es agobio, preocupación, tragedia, presión. Y es aquí el lugar que ocuparía en un videoclip de 2012 de Queen nuestra querida actualidad. Mientras suenan los acordes aparecerían en pantalla toda esta serie de personajillos que tanto miedo nos dan. El punto intermedio de la canción llega con una pausa totalmente contrapuesta a lo anterior, una calma de reflexión quizás. 

El final de la canción es un grito de esperanza. Un largo "¿Por qué?" eterniza el momento que rompe la música. Y la solución que Freddie Mercury nos da es el Amor. Combinado con imágenes de mareas humanas, y de besos apasionados, la estampa es única. Esta es la solución de este genio. Pero no existe una única vía. Cada uno puede refugiarse en su pequeño mundo para salir de esa tediosa y tenebrosa actualidad. Si es el amor perfecto. Pero hay más. Y descubrirlas puede que sea el secreto de la vida. Al fin y al cabo, estos somos nosotros bajo presión.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Un idioma para ir al baño

«Tú entrarás en un bar de Australia», me decía mi padre, con un entusiasmo loco: «Preguntarás por el servicio en esperanto y te responderán, también en esperanto y te responderán que al fondo a la izquierda». Juan José Millás

Hay veces que necesitas madurar mucho una idea en la cabeza. Ya sea porque necesitas perfeccionarla, contrastarla, compararla o directamente descartarla. A veces uno tiene miedo de quedar delante de cualquier lector como un perfecto idiota. De vez en cuando se necesita un pequeño empujón para terminar de darle forma a algo. En mi caso ha sido la intervención de Juan José Millás "¡Viva Babel!" la que me ha terminado de convencer. Recomendaría a todo aquél que aún no haya salido asustado de este escrito que vea este video, de esa forma entenderá mucho mejor lo que quiero expresar a continuación.




Pues bien, una vez Millás lo deja tan claro, voy a intentar ser yo quién cuente su versión, nada fácil después de como deja el listón. A mí me cansa y me parece hipócrita el tema del inglés en la sociedad actual. No seré yo el que ataque el aprendizaje de un idioma, que nadie lo tome así. Es más, yo intentaría inculcar a los más pequeños a una edad mucho más temprana la cultura del aprendizaje, ya no solo del inglés, si no de otros idiomas para que a la larga se desenvuelvan con mucha mayor soltura de lo que lo hacemos la gente de mi generación. Pero como casi todo lo que nos rodea, el asunto se ve politizado y llevado a unos tintes que a mí, personalmente, no me gustan nada.


A mí me da miedo la despersonalización. Me da miedo que acabemos siendo todos iguales. En definitiva, me da miedo que quieran hacer una Europa "Una, Grande y Libre". Al final esto es una consecuencia más de la vorágine de la globalización en la que hemos entrado en nuestros días. Europa, por suerte o por desgracia, no es Estados Unidos. Aquí hay multitud de idiomas, de rasgos particulares de cada nación, de cada cultura. Aquí hay una historia de guerras, de conflictos, de encontronazos bestiales. No me parece mal que se quiera olvidar esto, soy de los que piensa que son tiempos de Unión y no de Separación (aunque este es otro tema) pero hay una reglas y no todo vale. 



¿Por qué el inglés? Alguno habrá pensado rápidamente que porque es la lengua más frecuentada. Sin embargo esto es fácil desmontable, ya que investigando mínimamente uno se encuentra con que el chino mandarín es la lengua más hablada, estando en segundo lugar el español y el inglés solo se lleva el bronce en este caso. Ahora vienen las especulaciones. Unos dirán que es porque el capitalismo también rige esto, que ni siquiera tiene que ver con Europa, que son nuestros amigos los americanos, reyes de esta doctrina, los que dictan lo que tenemos que hablar, además de lo que tenemos que comprar. Y que yo haya dicho que el chino es la más hablado y no obstante esté tan olvidadp a alguno le servirá de coartada para decir que es un ataque contra el comunismo.

Si de algo no soy sospechoso yo es de patriota. Sin embargo tengo unas ganas tremendas de hacer una defensa a ultranza del español. Porque me asusta la posibilidad de que en un futuro esta lengua se vea totalmente apartada del panorama social, por un inglés a medio hacer. Al igual que para hacer la guerra cada día hacen falta menos armas, para desbalijar un idioma cada día hacen falta menos leyes.Y lo peor es que lo aceptamos. Será ese espíritu español tan propio de alabar desmesuradamente todo lo que viene de fuera y desechar lo propio, como si no valiera para nada. Provincianismo y complejo total.

Ya es hora de que alguien de un golpe encima de la mesa y reivindique lo que es suyo. El tema ha llegado a un punto en el que no solo tomamos palabras prestadas del inglés, si no que transformamos otras y ya no es raro escuchar alguien que hoy en día te llame "brother". Son modas, que espero que se queden en eso. Y para acabar, que a nadie le quepa la menor duda de que la mejor forma de expresarse que tiene uno es en su lengua materna, porque no encontrará esa riqueza por mucho que domine la de fuera. Es un aviso para artistas. Mientras se utilice para ir al baño, no pondré objeción.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Días de Radio


"No hay ningún medio que se parezca tanto al ritmo del corazón como la radio" Iñaki Gabilondo.

 Hoy es un día de radio. Pero no tanto como lo fue ayer. Y mañana también lo será, pero de otra forma. Porque la radio tiene muchas caras y para cada persona que la conozca tendrá su sentido especial. Incluso para aquél que la deteste y la considere inferior habrá un concepto propio de este inconfundible medio de hacer vida. Lo que voy a hacer a contuniación no es establecer un patrón común de lo que es la radio. Ni mucho menos. Solo quiero contar lo que para uno ha sido a lo largo de los años este medio de comunicación, aunque denominarla así es incompleto, ya que abarca mucho más.



El momento en que me aficioné a esto es tan indefinible y tan imposible de datar como el momento en el que me enganché al fútbol. Quizá esa sea la razón por la que esas dos cosas van tan hiladas en mi vida. Y fue a través de Carrusel Deportivo. De Paco González. De Pepe Domingo Castaño. Y de toda esa gente tan humana. Y estos "individuos" han sido tan claves en mi vida que ellos son los responsables de la facultad a la que voy a estudiar todos los días.

Sin embargo, el calado que ha podido tener la radio en mí es mucho más. Días de Radio es una película maravillosa de Woody Allen (queda recomendada para el que no la haya visto) en la que se refleja muy bien la importancia de este medio de masas en Estados Unidos en un momento concreto de su historia contemporánea. No obstante, de lo que yo quiero hablar es de algo mucho más grande. Una teoría que defienden los grandes que se han puesto delante de un micrófono es que la radio es un medio de compañía como no existe otro en el mundo. Será algo mágico, o algo totalmente científico. No lo sé. Pero ese simple hilo de sonido que llega al receptor, y que hace desperar su imaginación, no es comparable. Se crea una complicidad entre el que habla, y el que escucha. Es una función social, porque hace que la gente no se sienta sola.  Son esas tardes, noches,días de radio, en las que un simple transistor salva una persona.



Pero para finalizar, no quiero que se entiende este hermoso modo de vida como un antidepresivo. La radio tiene momentos de locura y de jolgorio. De contar cosas como solo ella puede. Narraciones históricas. Noticias impactantes. Sonidos inconfundibles, e imprescindibles. ¿El futuro? Pese a los agoreros, creo que el medio soportará los cambios. Variará el soporte, la forma de escucharla. Pero la esencia será la misma. Porque muchos la necesitamos, y porque hace una función insustituible. Viva la Radio.


martes, 6 de noviembre de 2012

Obama vs Romney: Las elecciones de todos

Algo, no tengo muy claro el qué, me lleva a escribir esta noche sobre las elecciones americanas. Será que todo el mundo habla de ello, todo el mundo opina. Gente que incluso suele pasar de la política, que no le oirás hablar de las elecciones en España. Alguien al que nunca oirás hablar de la política local de su ciudad, de su ayuntamiento. De los problemas que le rodean. Sin embargo, parece que todo lo yanki desprende un aroma especial. Tranquilos, no caeré en la tentación de ponerme a criticar a todo aquello que huela proamericano, y mira que es tentador hoy en día. Creo que esta vez, no tenemos un nuevo caso Halloween, no me parece una moda. Realmente las elecciones de los Estados Unidos han sido, son y serán algo más que cualquier otra en el mundo.


Podría haber comenzado esta entrada con algo así: "Jornada histórica"... Y pese a caer en un topicazo periodístico, no me hubiese faltado razón. Es algo así como lo del "Partido del siglo". Que tenemos un partido de este tipo todos los años, y acaba siendo cansino. Quizás en Estado Unidos tenemos también cada cuatro años unas "Elecciones del Siglo". Aunque a alguno le pueda cansar, esque nuestros amigos del otro lado del charco son gente muy importante. No me voy a poner a explicar el contexto en el que nos encontramos, lo doy por sabido. Es por todos sabido que capitalismo es Estados Unidos. Y Estados Unidos es capitalismo. Y el capitalismo tiene los siglos contados. Pero vamos a meternos ya en lo que toca hoy. Obama, un demócrata. Romney, un republicano. Como en las grandes ocasiones llegan muy igualados, lo que le da más morbo al asunto.

Ya que aquí no pretendo ser nada objetivo (ya que sería una misión imposible) no dudo en mojarme sobre mi favorito: El actual presidente Barack Obama. Es más, imploro que gane. Y no porque le tenga en los altares de la política, crea que va a abrir las aguas del Atlántico, y a continuación guie a su pueblo hacia la paz. No me gustan las mitificaciones y mucho menos en un tema como la política. Ahora hablaré por encima de cuál ha sido mi visión de Obama. Lo que sucede, es que el mormón Mitt Romney me da mucho miedo. El que siga este blog desde sus comienzos (si hay alguien que lo ha hecho) ya habrá leido lo que pienso en mayor medida sobre él. No es un tipo que me entre por los ojos precisamente. Creo que no tiene una gran ideología marcada, ni cree en nada y en nadie precisamente. O al menos no cree en nada que a mí me de ninguna fiabilidad. Su situación financiera se podría resumir con aquello de "piensa mal y acertarás". Ya escuchamos su opinión sobre esa gente que según él chupa del Estado. Porque son vagos, pensará este empresario. Ni siquiera me parece un buen defensor de ese "liberalismo salvaje" que tanto está de moda y que, a mi juicio, tanto daño nos hace a todos. Simplemente me parece un mal imitador de esta clase de gente, un libertario sin más.


¿Y qué pasa con el que llega como presidente? Pues a mí me ha decepcionado, al menos un poco. Puede que me esperara más por el bombo que se le dio en su momento, sin fundamento. Ese Nobel de la Paz sin haber hecho prácticamente nada en el cargo no me gustó. Todo fachada pensé. Al primer negro de la Casa Blanca le ha faltado decisión, o valentía en un mundo que es muy complejo. Guantánamo, la muerte de Bin Laden, Wikileaks, son temas controvertidos, que puede que no haya sabido resolver. 

No obstante, yo me siento más seguro si el presidente no hace las maletas y no tenemos otro desahucio. Y esque parece que los de fuera de América tenemos bastante claro el que queremos que gobierne allí. Es cada vez más comentada la cuestión de si estas elecciones deberían ser planetarias, si todo el mundo debería poder elegir quién ocupa ese cargo. A pesar de que a simple vista parezca una barbaridad, no tiene nada de ilógico. Sería imposible citar a todos los países del mundo a los que afecta el resultado de las elecciones que se celebran en el día de hoy. Es posible que algún día lo veamos. Es posible que en un futuro votemos en las elecciones americanas, pero para designar a un presidente planetario, con cargo oficial y todo. Ahora, lo que se me viene a la cabeza es: ¿Cuánto tardaremos en Europa pedir votar en Alemania?


viernes, 26 de octubre de 2012

HISTORIAL UNIVERSAL DE LA INFAMIA: VIVIENDO POR ENCIMA DE NUESTRAS POSIBILIDADES

Todo aquel que en los últimos meses, años ya, a nuestro pesar, no haya estado muy alejado de esa tediosa actualidad que nos rodea, habrá escuchado una frase. Es una frase que se ha hecho muy famosa,de estas que marcan una etapa o un período. Todos hemos escuchado alguna vez aquello de: "Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades". Y un enunciado como este, que en un principio podía ser parcialmente verdadero, se ha acabado convirtiendo en la demagogia más infame que ha calado en nuestro día a día.

He hablado de un enunciado parcialmente verídico. Tiene de cierto que sí pueden haber habido casos que sean tal y como esta teoría avisa. Y es parcial porque abarcar este sentimiento de culpa a toda una sociedad es simplemente, mentira. Ha habido gente que ha olvidado por completo que por decir un mentira cien veces, esta no se convierte en verdad. Hagamos una visión de lo que ha supuesto esto realmente.



Podemos echar un vistazo a esos que realmente sí han vivido por encima de sus posibilidades. Todos sabemos quienes son, todos ustedes tienen uno en la cabeza ahora mismo, o al menos un modelo de persona o família que representa este modelo. Y si lo sabemos es porque se han dedicado a alardear de su condición. ¿Qué condición? La de nuevos ricos. Esa persona que tu padre te dice "Este de pequeño no tenía ni para comerse los mocos, jugaba en mi calle" mientras se baja de su Audi, vestido de traje y corbata, con semblante facineroso. Mentalidades no preparadas para contar más de lo debido, y que no han sabido actuar cuando tuvieron un buen fajo de billetes en el bolsillo. Nunca miraron más allá de los dos o tres viajes que debían hacen para competir con sus vecinos. La carrera para ganar el premio al "progre del año" estaba en juego en la comunidad de vecinos. Hoy bajan la basura en chandal. Les compadezco, de verdad.

Pues bien, ahora es cuando un grupo formado por políticos incompetentes, periodistas interesados, empresarios con mucho que ocultar, banqueros arruinados y arruinadores, así como ciudadanos miedosos, hacen el truco del almendruco. Extienden esta teoría a TODA la sociedad. Intentar inculcar un sentimiento de culpa, engañan diciendo que te has gastado lo que no podías, que has actuado inconscientemente. Se me viene a la cabeza una frase que dijo Jordi Évole en relación a este asunto: "Me gustaría que esta gente me dijera al supermercado que iban y que le fiaban la compra, porque en el mío eso no pasaba".

En efecto, aquí radica el tema. La gente ha vivido exactamente hasta el lugar que los políticos y los bancos les han permitido vivir. Si alguien accedía a un crédito era porque el banco se lo daba. Si alguien se metía en hipotecas, es porque esto estaba así pensado. ¿Que esta gente pudo equivocarse? Sí, podemos afirmar que metieron la gamba. Pero aquí hablamos de engañadores y engañados. Los engañadores sabían que esa gente no iba a poder devolver lo prestado. Aquí hablamos de estafadores y estafados.



Yo entiendo que esos "peces gordos", asustados por el fracaso, se hayan acogido a esta teoría. Pero no puedo entender al ciudadano que lo ha aceptado de buenas a primeras. Son gente que hace un análisis simplista de la vida. En lugar de buscar a los culpables, y señalarlos, se centran en el pobre estafado. Son gente que supongo que no disfrutan de una novela policiaca, ya que en lugar de darle vueltas e intentar averiguar el culpable, se pasan horas criticando al pobre desgraciado que se le olvidó echar el pestillo. Son gente, que seguirá culpando a los alemanes por haber votado a Hitler, pobres engañados. En definitiva, son gente a los que los árboles no les permiten ver el bosque.

Historia universal de la infamia es un gran colección de historias criminales, escritas por Jorge Luis Borges. Sin duda una narración sobre este asunto del gran escritor argentino merecería mucho la pena. En definitiva, esta es la infamia que nos envuelve. Esta semana una persona se ha arrojado al vacío antes de ser embargado, y ha habido otro suicidio por el mismo tema. ¿Habrá vivido esa gente por encima de sus posibilidades? Alguien debería hacerse responsable de este tema, o la desgracia será también universal.

sábado, 20 de octubre de 2012

90 AÑOS DE UNA PASIÓN

No acostumbro en este espacio para hablar de fútbol, ni siquiera para hablar de mi gran pasión que todo el mundo que me conozca lo más mínimo es capaz de identificar: El Hércules. Pero dado que informé que como blog periodístico la actualidad mandaba, debo y quiero hacer una excepción. Y es que hoy este histórico y querido equipo cumple 90 años de historia (oficiales) y es un día de celebración... pese a cómo están las cosas por aquí.










Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Creo que esta define muy bien lo que supone el Hércules para la ciudad de Alicante. Al igual que otros símbolos como el Castillo de Santa Bárbara, el Benacantil o la Playa del Postiguet, el Hércules (o lo que es lo mismo, el Rico Pérez) supone un punto imprescindible y reconocible de lo que es Alicante. Se encuentra en un punto intermedio entre muchos barrios, está cerca del centro, pero no es el centro, ni es ningún barrio, es simplemente un pulmón de aliento a la ciudad por lo que supone para muchos el pasar por allí ¿Territorio de nadie? Al revés, territorio de todos, de todos los que quieran que sea suyo.

De este forma, a modo de introducción, he querido explicar lo que es el Hércules para Alicante, de la misma forma que otros equipo lo són para sus ciudades. Esto daría mucho más de sí, de un reportaje a fondo de las cuestiones sociales, políticas, pasionales, deportivas y familiares que este curioso y querido equipo ha supuesto a lo largo de su ya larga vida. Y cómo para eso no hay tiempo ni medios, me centraré en la vivencia personal, que no es más que un relato más, que pretende ilustrar un poco lo que es el heculanismo.

Siempre me he considerado un afortunado. Tuve la suerte de tener un gran guía en lo que al Hércules se refiere. Y ese hombre fue mi abuelo. Quizás al tener tres hijas, que el fútbol no les llamaba mucho que digamos, el tener su primer nieto varón le supuso una motivación especial. Y me abonó nada más nacer. Gracias a él puedo decir que mis 18 años de vida, son 18 años de abonado al Hércules CF. Es por esto que cada partido que juega mi equipo, supone un recordatorio especial para mi abuelo, que es uno de esos grandes herculanos que desde el cielo empujan con orgullo a este equipo que buena falta le hace.

Tampoco voy a engañar a nadie. Los que me conocen desde siempre saben que a mí el fútbol costó que me entrara por las venas. Siempre he sido un poco cabezón, un poco de nadar a contracorriente, y dado que en mi casa ( mis padres) no me inculcaron nada futbolístico, hasta que crecí, el tema no me imporó mucho. Eso sí, si me preguntaban, siempre decía que mi equipo era el Hércules.

Sin embargo, llegó un día que esa mosca del fútbol me picó. Jamás sabré decir cuándo y por qué pasó. Solo sé que fue muy poco a poco, a base de que mis amigos cada vez hablaban más de fútbol, mi descubrimiento de la radio y los carruseles, el auge del Hércules con el ascenso a Segunda, o pura evolución, se ve que lo llevaba dentro y salió a flote. Y salió a lo bestia, llegando al punto de locura que alcanzo hoy. Locura sana, le pese a quién le pese.

Sin pretender dar ninguna pena, recuerdo lo difícil que fue para mí ser un herculano. Con 12 años, nadie en mi clase era del Hércules. Me veía rodeado de ese ya cansino Madrid-Barça. Es cierto, había simpatizantes del equipo de la ciudad... pero solo eso. Incluso me costaba encontrar gente para ir al campo a ver a mi equipo, mi padre hacía el esfuerzo a veces. Siempre me fastidiará haber ido tan poco con mi abuelo, pero cuando en mí despertó el herculanismo, él a penas podía salir de casa.

Pero tuve la suerte de que mi tío comenzaba a ir al Hércules. Y me aboné con él en Tribuna Alta. Siempre se lo agradeceré, las tres temporadas que pasamos juntos en Segunda, supuso la salvación de mi herculanismo. Y así pasaban mis temporadas, sin muchas alegrías, pero con un sentimiento de orgullo y de ilusión a prueba de balas. Todo aquel que es herculano sabe lo duro que es que cuando te pregunten de qué equipo eres, y respondes Hércules, tú interlocutor te diga: "No, pero digo de Primera". Señores de caballo de ganador, borreguiles actuales, si un día descubren lo que es el fútbol, los herculanos les esperamos para hablar de ello.

Sea como fuere, las cosas empezaron a cambiar. Ahora, quiero hablar del Hércules respecto a mis amigos. Me siento muy ogulloso de poder decir que he influido en gente a la hora de hacerse del Hércules, despertar en ellos algo que llevaban muy dentro, es más, en algunos crear ese sentimiento directamente. Hoy estoy fascinado de poder decir que tengo un grupo de amigos con los que comparto un pasión. Y jamás miraré a nadie por encima del hombro o por encima del número de abono. Para mí es un placer compartir un sentimiento con ellos. 

El Hércules me ha ayudado a conocer a mucha gente, y poder descubrir que somos más locos de los que yo me hubiese imaginado jamás. Ser del Hércules me ha permitido vivir momentos que nunca imaginé. Partidos sufridos, victorias agónicas, goles orgásmicos (sí), emociones colectivas, desplazamientos, fiestas, horas de sueño perdidas... Por eso ser del Hércules es mucho más de lo que la gente se piensa. Y por eso aporta tanto.

¿Qué es ser del Hércules para mí? Pues con todo lo anterior se lo pueden imaginar. Eh ¡Qué a veces jugamos partidos de fútbol y todo! Qué maravilla. Siempre me ha gustado la idea del hermoso perdedor. Y por eso me encanta mi equipo, no porque me guste perder, pero me gusta el romanticismo que esas historias ofrecen, mucho más dignas que otras muchas. ¿El futuro? Creo que tenemos vida de sobra porque tenemos locos suficientes para mantener esta locura. Y cómo me gusta decir: "La vida no es fútbol , pero el fútbol es vida" 

Feliz Cumpleaños, Hércules.




sábado, 13 de octubre de 2012

UN BIGOTE EXTRANJERO, O UNIVERSAL

Me apetecía leer algo de Juan José Millás. Lo conocía básicamente de su columna en El País Semanal todos los domingos. Y con esas pocas líneas en las que traza un análisis magistral de lo que decida hablar, me sobraba para alimentar mi concepto hacia su escritura. No conocía ninguna obra en particular, así que elegí una novela al azar y con ella me puse."Tonto, muerto, bastardo e invisible". No voy a ocultar que el nombre me llamó poderosamente la atención. Voy a contar un poco mi impresión.

"Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé."



Estas son las primeras palabras de la novela "El Extranjero" de Albert Camus. Para el que no conozca esta recomendable obra maestra, decir que se trata de una historia en la que el protagonista se encuentra totalmente alienado, alejado de toda realidad posible, no le importa en gran medida la muerte de su madre, mata sin motivo alguno, no se identifica con nada, en fin, es un extranjero en todo el significado de la palabra. Qué tendra que ver esto con la novela de Millás. Pues que el protagonista me recordó de pies a cabeza. Pero habría que matizar muchos aspectos, porque ni mucho menos el sentido de una obra y otra tienen nada que ver.
En la historia que crea Millás el humor es una característica inconfundible. Se hace una caricaturización del mundo actual, de nuestra sociedad, y de todas sus contradicciones. El perfil del protagonista es totalmente miserable, se nos presenta en una primera instancia como un hombre un tanto acabado y destrozado, ha sido despedido de su trabajo, en el que era el encargado de recursos humanos en una empresa de papel estatal (no se cansa de repetirlo a lo largo de la novela para ridiculizarlo cada vez más). Y a partir de aquí es cuando la novela se centra en el mundo irreal (o lo que es lo verdaderamente real para él) que se crea en su imaginación, y que cada vez es más presente en su día a día. El título de la novela comienza a ser entendible conforme anvanza la narración, y con ello las razones que llevan al protagonista a hacer lo que hace.



Es curiosa la forma en la que consigue ser un extranjero, en este caso universal. Es a través de un bigote postizo, que le libera totalmente y le hace ser todo y nada a la vez, le hace ser universal. El bigote hace la función de quitarle toda personalidad posible. Una persona con bigote pierde a menudo la expresividad en la cara, a menudo especialmente de los labios. En este caso pierde mucho más, su condición de ciudadano sociable. Le hace ser cualquiera.

Otro factor que hace que me recuerde al protagonista de "El Extranjero" es que el nombre de ambos es poco importante en la obra, es mencionado muy poco y con el tiempo sin duda se olvida. Porque lo verdaderamente importante es la huída hacia adelante sin importar las consecuencias que implique. Después de leer el libro, me plantée como se vería esta historia desde fuera, sin adentrarse en su cabeza, sin duda sería interesante, porque la visión sería muy diferente.

Hay que destacar un lenguaje en la narración de una altura impresionante, de manera que Millás hilvana unas ideas contadas de forma muy especial con multitud de metáforas. La novela es una metáfora en sí misma, desde la primera frase hasta la última.

En conclusión, tenemos una deformación de la realidad, de una cruda realidad, que es absurda, injusta y a veces ridícula, que nos adentra en un mundo de fantasía en la que la moral no existe, las leyes se las marca uno mismo, y nada es imposible. Una lección universal.

miércoles, 3 de octubre de 2012

OTRA GENTE



El cantautor Santiago Auserón –Juan Perro- y el poeta contemporáneo Juan Carlos Mestre se dieron cita en San Vicente en un encuentro imprescindible para los amantes de la cultura de hoy y de siempre. En un auditorio pequeño, coqueto, iba a tener lugar un acontecimiento que su valía sí era grande, y lo hizo ante unas 350 personas (desde jóvenes estudiantes, pasando por distintas autoridades y llegando hasta público de una edad más avanzada) que llenaron el lugar en espera de ver algo diferente a lo que se nos tiene acostumbrados hoy en día. 


Con algo de retraso respecto a la hora fijada previamente, nuestros protagonistas saltaron a escena en medio de los aplausos de un público al cuál se le veía con ganas. Fue el excantante del mítico grupo de la década de los 80, Radio Futura, el que tomó primero la palabra. En sus palabras se pudo ver rápidamente la admiración que sentía hacia su colega. Puede que a muchos les sorprendiera de primeras ver en ese papel de filósofo a Juan Perro. Pero desde luego el cantante tenía mucho que decir. Casi tanto como el poeta que tenía a su derecha, que maravilló desde su primera intervención. Y así se inició una charla, un coloquio o diálogo entre estas dos personalidades. Se trataron temas muy profundos, no obstante, muy importantes en nuestro tiempo. Entre otras cosas, se habló del fenómeno de masas. Una sociedad, en la que unos pocos deciden que personalidades son las adecuadas para todos. Las sociedades disciplinarias tuvieron su lugar en la velada. Se precisó la diferencia y la distancia que existe entre la música y la poesía hoy en día, dándose la curiosidad de que la música que sobresale ya no quiere ser poesía y la poesía sigue siendo música. Y se habló del amor a lo invisible, a lo que no podemos explicar, pero que nos fascina, nos cautiva, y eso es mucho más difícil que amar lo que tiene una explicación lógica.


 En definitiva, se pudo ver el compromiso que esta gente tiene con su gente, con su tiempo. Sobre todo, ese compromiso social con los vencidos, con los que merecen justicia poética. Sus intervenciones fueron magistrales, tremendamente aplaudidas y sentidas. El momento álgido de la noche llego con Cavalo Morto, poema inconfundible de Mestre. Fue tal el clamor del público, que los artistas ofrecieron un poema y una canción más respectivamente. Esa noche se pudo ver otra gente, otra gente muy impotante.