viernes, 21 de septiembre de 2012

¿EN DEFENSA DE LA LIBERTAD?

Fue precisamente en el colegio católico en el que estudié hasta los quince años donde aprendí (paradójicamente) la diferencia entre la libertad y el libertinaje. Y si me resulta paradójico es porque suele ser la gente de este grupo social la que traspasa la línea entre un concepto y otro. Pero no, seamos justos. A mi me enseñaron que la libertad de uno acaba dónde empieza la del otro. Creo que es uno de los pocos principios cristianos que he adoptado para mi día a día. Pues bien, según veo estos días, está creciendo en muchos sectores de la política un tremendo arranque liberal, una exaltación de la creencia en la libertad del individuo frente a la opresión del Estado. Sí, creo que han confundido los términos.

Pero vayamos por partes, que diría Jack. Antes de nada vamos a dejar claros unos conceptos para que todos nos podamos entender. ¿Qué es la libertad? Es la "Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos." según la RAE. ¿Y el libertinaje? "Se utiliza para hacer referencia a aquellas conductas y comportmientos considerados inmorales, que no respetan la ley y que tienen por objetivo la búsqueda del placer inmediato sin importar las consecuencias o el modo que tales conductas afectarán al resto de los miembros de la sociedad." Es decir, leyendo una detrás de otra, se puede entender que el libertinaje es como el lado oscuro de la libertad, si nos ponemos en plan friki. Implica todo lo malo que puede acarrear darle la libertad al ser humano, el despropósito total de sus actuaciones y la irresponsabilidad de sus actos. 

También me gustaría aclarar otros dos conceptos. El liberalismo económico, y el político. El primero "defiende la no intromisión del Estado en las relaciones mercantiles entre los ciudadanos (reduciendo los impuestos a su mínima expresión y eliminando cualquier regulación sobre comercio, producción, etcétera), sin dejar de lado la protección a los más «débiles» (subsidios de desempleo, pensiones públicas, beneficencia pública) o a los «fuertes» (aranceles, subsidios a la producción y otros) Y el segundo "es la aplicación de los principios liberales en la vida política de los individuos, como por ejemplo la no intromisión del Estado o de los colectivos en la conducta privada de los ciudadanos y en sus relaciones sociales, existiendo plena libertad de expresión y religiosa, así como los diferentes tipos de relaciones sociales consentidas, morales"

Como se puede apreciar concretar estos conceptos puede ser muy útil, en su defecto no es difícil entrar en equivocación (en el caso de que no se enrevesen intencionadamente). Así las cosas, la actualidad manda, y son dos personajes que han sido noticia esta semana los que me han llevado a escribir esto, cada uno por diferentes motivos. Son dos políticos, presuntamente, liberales. Y por supuesto, muy conservadores. Uno es estadounidense, y todavía no es nada. La otra es española, y justo acaba de dejar de ser todo (o eso nos dice). Se trata del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, y de la ya ex-presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre


En lo que se refierse al mormón americano, ha sido noticia esta semana. De lo poco que se conoce al candidato a la Casa Blanca podemos encontrar la siempre resaltante característica de su particular religión, y además su pasado empresarial que le atribuye su condición de multimillonario. Por cierto, Mitt Romney parece no estar dispuesto a aclarar su declaración de la renta, ¿Explicación? No se conoce, por lo que cada uno que piense lo que crea oportuno.
Aunque es evidente la condición de conservador de Romney, su punto fuerte no es el ideológico, precisamente. Se puede comprobar en que su segundo de a bordo sea Paul Ryan, un hombre mucho más fuerte en cuanto a su propuesta. Sin embargo, el candidato presidencial ha sido pillado esta semana en una conversación privada en la que dejaba perlas como estas: "Hay un 47%, que están con él, que dependen del Gobierno y que creen que son víctimas, que el Gobierno tiene la responsabilidad de cuidarles, que creen que tienen derecho a asistencia sanitaria, alimentación y alojamiento y a todo en general" en referencia a los votantes de Obama."No es mi función ocuparme de esa gente. Nunca lograré convencerles de que asuman responsabilidad sobre sí mismos" añadió.

A pesar de que puede sonar duro, esto es lo que piensan muchas personas del sector social al que pertenece Mitt Romney (y como después veremos, no hace falta irse tan lejos). Claro, esto lo hacen en defensa de la libertad. Ya sabemos, los americanos se creen los creadores de la libertad. Sí, todo el mundo tiene el derecho y el deber de afrontar su vida, de correr riesgos y asumir su responsabilidad. El problema es cuando se rebasan los términos. Y la libertad deja de serlo, y se convierte en libertinaje, el que esta gente quiere para hacer lo que le venga en gana y no tener que rendir cuentas a nadie. Para ellos la única libertad es la de su bolsillo. ¿Quien es el Estado exigiendo un reparto justo de lo que tan honradamente estos señores han ganado? ¿Habíamos dicho que Romney no quería presentar su patrimonio verdad? Pues eso.



Pasamos a hablar de lideresa, de la que recientemente se ha convertido en ex-presidenta. Esperanza Aguirre siempre ha sido considerada una promotora en España de las ideas liberales llevadas al terreno de la política y de la economía. Esta semana ha anunciado su dimisión y su retirada de la política. Lo ha achacado a problemas de salud. No obstante, no todos creen esta versión. Como defensora de la libertad muchos apuntan a su descontento con las políticas tan interventoras en el Estado del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La reciente subida del IVA puede haber sido un punto culminante que haya acabado con su paciencia. Hay que recordar que ella misma fue la que salió a recoger firmas en contra de la anterior subida de este impuesto realizada por el gobierno socialista de Zapatero.

Muchos sectores de la derecha más reaccionaria (o liberales, como les gusta que les llamen) ven en ella un foco de luz que volverá para suplir a un desgastado Rajoy al frente del Gobierno de España. Pero, ¿Dónde está la libertad en los actos de Aguirre? ¿Era libre la televisión pública madrileña? ¿Es libertad lo que esta política ofrecía en los sectores públicos madrileños? Su estrategia era clara. Degradar hasta un punto insalvable todo lo que oliese a público, para poder privatizarlo. Y una vez llegados a ese punto, sólo algunos tendrian acceso a ellos. Los que hubiesen nacido con la libertad suficiente para tener las cuentas corrientes al máximo. O no, que pueden haberlo ganado honradamente, con la libertad que el modelo ofrece


En definitiva, he querido ilustrar dos casos en los que, como suele ocurrir en política, se utilizan las palabras para confundir. Lo que estos dos referentes del liberalismo defienden, no es libertad. Es un libertinaje para ellos y para los suyos. Han manipulado muy conscientemente términos tan importantes como los anteriormente citados. Es precisamente el liberalismo económico salvaje de Estados Unidos y copiado por el resto del mundo el que nos ha llevado (en gran parte) a la situación de descontrol actual. Tiempos de crisis suelen llevar consigo líderes muy conservadores. Esta crisis no es una excepción. Pero que no nos vendan libertad. ellos no defienden la libertad. La utilizan.





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