martes, 16 de enero de 2018

Series, formatos y modas



Se ha convertido en rutina recomendar series. Es un buen recurso cuando una conversación no da más de sí. “¿Has visto esa serie? Yo me la he acabado en dos días”. El problema aparece cuando, si aceptas todas las recomendaciones, no harías otra cosa que ver series. Recomendar series es un deporte que practica todo el mundo, incluso aquellas personas que no suelen ser aficionadas a otro tipo de ficciones. Aquel que ve series puede no ser muy aficionado al cine, casi nada aficionado a la lectura y, por supuesto, nada aficionado al teatro.

No quiero ponerme en plan hater. Me parece muy positivo que las series y las nuevas plataformas de televisión supongan un acercamiento de mucha gente a la cultura. Al final, eso es  lo importante: que individuos que jamás habrían visto ese volumen de producto audiovisual, lo vean. Por tanto, hay que agradecer a este formato que la divulgación (para mí, fin último e imprescindible de un producto cultural) surta efecto. Dicho esto, hay que ser críticos: no todas las series son buenas por el simple hecho de que sean series.

Puede que me haya puesto nervioso con las series a raíz de mis expectativas con las series de Movistar. En los últimos meses he visto La Zona, Vergüenza y La Peste. La decepción ha sido bestial, salvo con Vergüenza, que me parece una obra maestra en su ámbito y que rompe moldes. Es cierto que, como he dicho, tenía expectativas. Eso no puede tener nada que ver a la hora de valorar un producto. Así que intentaré obviar las semanas de marketing y promoción que Movistar ha invertido en La Peste o en La Zona.

Creo que estas dos series comparten vicios. Ambas apuestan por una forma que se come al contenido. En ambas producciones los escenarios, que son curiosos y llamativos, tienen un peso que tapa a la historia que se quiere contar. La tensión narrativa no llega al punto al que debe llegar. Las historias policiacas son enrevesadas, complicadas y dan vueltas sobre sí mismas sin generar un interés demasiado elevado. Los personajes no despiertan la atención que se supone que deben de despertar. Me ha llamado mucho la atención que esto me pasara en algo que ha hecho alguien tan bueno como Alberto Rodríguez.



Esta sensación me ha llevado a pensar en lo importante que es el formato en el que se hace algo. Quizás La Peste me habría interesado mucho más si fuera un documental, ya sea televisivo o radiofónico, en el que se ficcionaran algunas partes para contar cosas. Estaríamos hablando de algo muy diferente. Ya no sería un thriller policíaco. Pero es que las virtudes de esta serie son la impresionante recreación de Sevilla en ese momento y descubrir la mercantilización de mujeres, niños y esclavos. Lo que deja huella es el desprecio a la ciencia y al saber y el poder que tenía la religión para que esa situación no cambiara. Sé que parece que echo por tierra la labor de guionistas, actores, diversos directores… No es lo que pretendo. Creo que se podría haber contado lo mismo en mucho menos tiempo. Ahí es a donde voy: la necesidad de hacer series porque vende. Por ser una moda. ¿Alguien se imagina la historia de El nombre de la rosa estirada para que tuviera que durar seis capítulos de una hora? Perdería toda la tensión.

El ejemplo contrario es el de Vergüenza. Creo que es una buena demostración de saber aprovechar el formato de mini serie. En capítulos de 25 minutos tenemos a personajes más profundos y trabajados que aquellos que en otras series apenas dejan huella en nosotros. Puede que el objetivo sea menos ambicioso pero esto se vuelve a su favor con un guion sencillo y efectivo. El objetivo de la serie se cumple. Sientes vergüenza ajena y consigues empatizar con los personajes por muy rocambolescos que sean.

Está muy bien que las series hayan acercado a tantos espectadores a la pantalla. Quizás esto tiene más que ver con el modelo de consumir televisión (e información) del presente más próximo que con otra cosa. Pero si queremos productos de calidad y consumidores que sepan lo que consumen tenemos que ser críticos. De lo contrario entraremos en un bucle en el que lo vemos todo, nos gusta todo y nos engañan por el camino.

1 comentario:

  1. Casinos that Accept PayPal - Poker News & Gambling
    PayPal casino Casinos that Accept 바카라 검증 사이트 PayPal - PokerNewsGambling.com provides you 바카라 with the 벳 페어 latest and 먹튀사이트먹튀랭크 best PayPal gambling websites. Get your Bonus Verified and start making

    ResponderEliminar