lunes, 24 de diciembre de 2012

La teoría del Dedo, la Luna, y todo lo demás

"Cuando el dedo señala a la luna, el necio se queda mirando al dedo."

 

Me hago valer de este viejo proverbio para intentar explicar la idea que quiero transmitir hoy. Voy a hablar de algo que, bajo mi punta de vista, es cada vez más frecuente en nuestro día a día. Y lo es gracias a multitud de dirigentes, gobernantes, presidentes, directivos... en fin, lo que yo llamo "gente guapa". No sé si esto lo he comentado alguna vez, pero me provoca una especial inamadversión esas personas que se creen que el resto del mundo es gilipollas. Que creen, pobres ingenuos, que ese que tienen al lado (en realidad, ellos lo ven por debajo) es una pobre alma fácil de engañar con cuatro trucos de mago de feria. He de decir que pese a mi defensa férrea a toda esa gente a la que diariamente se intenta engañar, alguno no cumple mis expectativas y cae en la trampa. Por eso me obligado a hablar del dedo que señala a la Luna, y la cantidad de mierda que corre entre estos dos entes.

No voy a esconder que ha habido dos casos este fin de semana que me han motivado especialmente para escribir sobre esto. Ambos del ámbito futbolístico. Uno me pilla mucho más cerca, y el otro me da más igual, sin embargo es mucho más mediático y quizá les sirva para comprender mejor. Hablo de la cortina de humo, lanzada desde los altos mandos del Hércules de Alicante, en forma de expedientes a futbolistas por salidas nocturnas, y de la decisión del ¿Entrenador? del Real Madrid, José Mourinho. Si alguien se decepciona porque voy a hablar de fútbol, que me perdone, pero a veces no hay nada mejor para explicar la vida que el fútbol.

Antes de nada comentaré una premisa que en el mundo del deporte rey se cumple casi siempre. Cuando una afición apunta al palco, el del palco apunta al banquillo. Este sábado en las gradas del Rico Pérez se cantó "Pitarch, vete a la mierda". Como ese, el del palco, ya ha mirado durante esta temporada al banquillo, esta vez ha ido contra los futbolistas. Y se hizo con nocturnidad y alevosía, después de una derrota y a media noche. No entraré a hablar del tema de las salidas nocturas de los futbolistas, esto en esta entrada no tiene importancia. Lo que yo destaco aquí es la capacidad de distracción. Destaco la manera de querer desviar la atención de la gente. Y que no se hable de que el equipo ocupa la última posición de la clasificación por culpa de los que todos sabemos. Quieren que se hable de otra cosa. Mientras la gente pierda el tiempo debatiendo y discutiendo lo poco profesionales que son los jugadores, será tiempo que ellos se ahorrarán de críticas. Aquí toda la basura de la que hablaba entre el dedo y la Luna.


Luego tenemos al que el crítico de cine, Carlos Boyero, llamaría el "nazi portugués". Para el que se entere ahora de que Mou ha estado desviando la atención, es que no ha estado muy pendiente de la actualidad del Real Madrid desde su llegada. De eso que se libra. Sin embargo, todo esto ha llegado a su punto álgido con la decisión de dejar a Casillas en el banquillo el pásado sábado en La Rosaleda. Al margen de la discusión de si lo hace por hacerse la cama a sí mismo, por provocar, o cualquier teoría que a uno se lo ocurra, hay una cosa que está clara. Quiere que la gente mire al dedo. No quiere que la gente mire a la Luna, porque vería que están a 16 puntos del primer clasificado. El tiempo que la gente pierda metiéndose con su decisión, será tiempo que no se estará criticando el pésimo juego de su equipo. Tenemos a otro de esos personajes que se cree muy superior al resto. Pero la gente no es tan ingénua como él puede pensar. La Luna cada vez ilumina más.


"No permitas que los árboles te impidan ver el bosque" 
Sería otra frase que nos valdría para explicar la situación. Hablo de situación de una sociedad, que se ve desbordada por todos los frentes ante multitud de personajes que intentan despistarla. Evidentemente, la situación más grave viene cuando esta práctica viene de parte de los políticos. A veces creo que nombran ciertos cargos solo para que la gente se meta con ellos. Se me viene la cabeza el monigote Wert, que aunque ahora parece que va en serio, me parece el arma favorita de Rajoy para que no se hable de todo lo demás. Y volvemos a lo mismo, toda la porquería que nos encontramos entre el dedo y la Luna. Pero que se anden con cuidado, cada vez son menos los necios, que se quedan en el dedo. Cuando hay Luna Llena, hay muchos sabios.

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